La rinoplastia mejora el aspecto y la proporción de la nariz respecto a la cara. Puede ser debido a un deseo de mejorar el aspecto externo, reconstruir una lesión o para solucionar algún problema respiratorio. La cirugía de nariz busca lograr un equilibrio armonioso con el resto de rasgos faciales del paciente.
Los diferentes aspectos que se pueden trabajar son:
- Punta de la nariz: demasiado grande, caída, de pito, etc.
- Tamaño de la nariz
- Ancho de la nariz (ampliar o reducir el puente nasal)
- Perfil de la nariz: corregir los posibles defectos de perfil, como bultos o protuberancias.
- Orificios de la nariz: mejorar la simetría, modificar el tamaño, etc.
- Asimetría general.
La rinoplastia se puede realizar a través de la cavidad interna de la nariz, mediante cortes no visibles o de forma externa. El uso de una o de otra técnica se determinará en función de la operación que sea necesaria. Un cirujano maxilofacial lo podrá asesorar sobre la mejor opción a elegir.
Después de la cirugía se puede notar ligeros efectos puntuales debido a la intervención como pequeños hematomas, hinchazón o molestias. La duración de estos efectos es breve y completamente normal.
Todas las mejoras estéticas pueden mejorar la confianza en uno mismo y la satisfacción personal si han llegado a convertirse en un problema de autoestima. Sin embargo, cualquier cirugía conlleva un riesgo de sangrados, infecciones o reacciones a la anestesia. Consulte su cirujano antes de tomar cualquier decisión: le asesorará y le indicará las opciones de las que dispone.